Mi momento

"La vida es como montar en bicicleta. No te caes a no ser que dejes de pedalear."

Hay momentos en que quisieras detenerte, que el tiempo parara y poder decidir qué hacer, o que todo se detuviera en un instante en el que todo es maravilloso y eres completamente feliz.

Qué maravilloso sería poder manejar el tiempo a nuestro antojo, adelantarlo cuando queremos que algo pase rápido y detenerlo cuando queremos que los momentos duren para siempre. Pero tristemente, eso no se puede hacer y hay una razón para ello.

A veces quisiera regresar a diciembre de 2007, saber qué iba a suceder y aprovechar el mayor tiempo posible con mi mamá. Quisiera regresar a cuando ella estaba bien y mis problemas eran tan poco importantes. Pero a un año y 8 meses de distancia, sé que eso tenía que suceder. Una pérdida así te da la oportunidad de poner las cosas en perspectiva, preocuparte por aquello que realmente vale la pena, darle la justa dimensión a los problemas que se presentan.

Esta última etapa de mi vida se ha caracterizado por las pérdidas: primero mi mamá, luego terminar la universidad (que aunque no es una pérdida en sí, requiere un tiempo de duelo), cambio de trabajo, el fin de la relación en la que me he sentido más feliz y ahora, mi mejor amiga se va a vivir lejos.

Cada uno de estos hechos ha marcado mi vida y he intentado aprender de cada situación. La muerte de mi mamá marcó un hito: hay un antes y un después de ella. No soy la misma persona. Así ha sucedido con los últimos hechos de mi vida. Todos y cada uno han marcado un cambio de ruta en mi camino.

Hoy me enfrento a otro cambio. Ha sido sumamente difícil elegir una nueva dirección, pero la vida me ha demostrado que por cada pérdida tengo muchas ganancias. Trato de ver lo afortunada que soy al tener a las personas que tengo a mi alrededor, personas que me han ayudado en este proceso que es la vida, que han estado ahí para apoyarme a lo largo de cada uno de mis duelos, de mis pérdidas.

Hoy sé que tengo que aprender a "dejar ir". Sé que cuando sea menos aprensiva las cosas me resultarán más sencillas. Es muy difícil, soy de esas personas que se aferran a los momentos de felicidad, a las personas que son parte de esos momentos. Me cuesta entender que la vida cambia y que el hecho de que esos momentos ya no vayan a ser no quiere decir que no vaya a haber otros mejores, en los que sea más feliz y esa felicidad dure más tiempo.

Hoy tengo que vivir estos duelos, cerrar ciclos y adaptarme a "mi nueva condición". Tengo que aprender a vivir este momento y disfrutar las cosas buenas que ahorita tengo. Así que seguiré pedaleando porque no me pienso caer.