martes, 20 de julio de 2010

Ahora sí... adiós.


Sabes, no me arrepiento de haberme enamorado. Gracias a esa persona volví a vivir esos síntomas de la estupidizante sensación del enamoramiento. 

Ayer se terminó. Por un lado, duele saber que ya no estará ahí, que tengo que olvidarme de él, de lo que pudo ser. Duele despedirme de tantos sueños y planes que hice para los dos. ¡Claro que duele, no soy un robot! Ayer sentía coraje, decepción, tristeza.

Hoy, decidí dejar eso de lado y agradecer a esa persona el haberme recordado que aún tengo esa capacidad de enamorarme a lo estúpido, como cuando tenía 15 años. Aún tengo esa capacidad de querer entregarle todo a una persona, de querer estar ahí para él, de convertirlo en mi prioridad, en una razón más para sonreír. Hoy agradezco esa sensación de mariposas en el estómago, de taquicardia y temblores en las manos que él me provocaba sólo con abrazarme. 

Aunque hubiera querido que las cosas fueran diferentes, obviamente, hoy me quedo con ese recuerdo. Dejo de lado todo lo malo, el coraje, la decepción y sólo guardo el recuerdo de esa persona que él me dejó conocer. Ese niño tierno y entregado del que me enamoré. 

Hoy, sonrío con tu recuerdo, con recordar tu olor, tu sonrisa, con esa mirada que vi en tus ojos la última vez que estuvimos juntos. Me quedo con mi versión de ti.

Te quiero. Te adoro y me vas a hacer falta. 

(Pero no hay nada que el tiempo no borre).
 

Just Cri Cri Copyright © 2008 Black Brown Art Template by Ipiet's Blogger Template