¡Hola estimado y único lector!
Sé que he tenido muy abandonado mi blog últimamente, pero la vida de estudihambre de tiempo completo -literal tiempo completo- me ha impedido escribir algo que no tenga que ver con Economía o Contabilidad. Pero bueno, hoy me daré un tiempo para poner algo aquí.
Una de las primeras cosas que aprendí en el Máster es acerca de una cosa que se llama acidia. ¿Sabes lo qué es? Yo tampoco lo sabía hasta hace unas semanas y es un término que ha estado rondando mi cabeza últimamente. La acidia es un estado de tristeza profundo que te impide disfrutar del amor. Ya sé que suena muy cursi, pero es mucho más recurrente de lo que yo creía.
La acidia se manifiesta con un desinterés por las cosas realmente importantes de la vida. Generalmente, las personas que padecen acidia no conocen el problema y buscan la salida en placeres efímeros como el alcohol, el sexo, el dinero, etcétera. Pero la cosa no termina aquí, porque de no ser descubierta, la acidia puede tener consecuencias irremediables.
Lo importante de todo esto no es saber que existe, sino saber que quien la padece puede ponerle nombre y así darle una solución.
Cuando leí acerca de esto la primera vez, la verdad es que no lo tomé muy en serio, pero circunstancias de mi vida me han hecho darme cuenta de que podemos tener muy cerca personas que están sufriendo por esto y que al no saber cuál es el problema, siguen buscando soluciones en los lugares incorrectos.
Si tú estás leyendo esto (y sabes que me refiero a ti), sólo quiero que sepas que todo tiene solución. Que si no la encuentras solo, pide ayuda. Hay muchas personas que te queremos y que haríamos lo que fuera por verte feliz, pleno. Por verte disfrutar tu vida, crecer y lograr todo eso que en algún momento te propusiste. Seguramente vas a terminar de leer esto y pensarás que es una tontería, pero si te causa aunque sea un poquito de curiosidad, dime para que te explique por qué te estoy escribiendo esto y algunas otras cosas que me hacen pensar que podría ayudarte.
Esta es la forma que tengo para demostrarte que estoy dispuesta a cumplir lo que te he prometido, sólo falta que me dejes. Espero que te des cuenta de todas las cosas que tienes y que vale la pena disfrutar.
Te quiero.