Por siempre

El hueco que dejaste en mi vida está presente todos los días, sin duda. Pero hay momentos en los que te siento aún más ausente: cuando necesito a mi consejera, a mi amiga, a mi compañera de compras, a mi madre. Este fin de semana se hizo aún más evidente tu partida al ver a mi papá solo en la boda de quien en algún momento fue como tu hijo. Sin duda, es un evento en el que debías estar, pero la vida o Dios quisieron que no fuera así.

Este suceso me hace pensar que en mi vida habrá muchos momentos muy importantes en los que no estarás, y sin duda, harás mucha falta. Sólo te pido que desde donde estés, me mandes la fuerza para seguir adelante y me ayudes a superar este enorme obstáculo que la vida me ha puesto.

Al escribir esto, no puedo evitar que las lágrimas broten de mis ojos. ¡Te juro que he intentado ser fuerte y seguir adelante cómo tú lo habrías hecho! Madre mía, quisiera tener la entereza que tú tenías para enfrentar todos los conflictos que se te presentaban. Sin duda fuiste una mujer que dejó una huella muy importante en la vida de muchas personas, eres mi ejemplo a seguir, fuiste todo lo que yo quisiera llegar a ser.

Te amo.